¿DE
QUÉ ESTÁ HECHA TU FELICIDAD?
¿De qué está hecha tu felicidad? O mejor dicho: ¿De qué cosas dependes
para ser feliz? Si dependes de bienes que tienen un precio o
del logro de objetivos que complacen tu personalidad egoísta y tu vanidad (necesidades de aceptación social,
de reconocimiento y estima), entonces eres una persona con una felicidad muy
frágil porque ésta depende de elementos que tienen un carácter comercial,
frívolo y efímero. Se trata de una felicidad casi que instintiva, una felicidad
de tipo causa-efecto, es decir, si obtengo esto, si me puedo comprar aquello,
si me gano lo otro, si recibo aquello. Este tipo de felicidad condicionada a elementos exteriores,
es la felicidad que necesita nuestro yo inferior o yo material. En cambio, la felicidad que no está condicionada a
ningún elemento exterior y que se sustenta en el desarrollo de nuestra vida
interior, en nuestra capacidad de romper con nuestros apegos con los bienes
externos, en la posibilidad de sentir la presencia o la influencia del Poder
Superior en nuestra alma, es la felicidad que le pertenece a nuestro yo
superior o yo espiritual. Es la verdadera esencia de la felicidad que nos
permite experimentar por algunos minutos la LIBERTAD ABSOLUTA cuando hacemos oración
o meditación a través del espíritu culturismo.
FELICIDAD
DE CRISTAL
¿Cuál es la fuente inmediata o instantánea de tu
felicidad? Los bienes materiales y personales que tienen un precio o un valor
relativo, y que además tienen una vida útil transitoria, efímera,
insignificante, en términos absolutos, o los bienes espirituales, que son
invaluables, eternos, inagotables, únicos e invariables? Si naciste para tener
una existencia tan finita como la vida misma, entonces sería razonable que te
emocionaras principalmente con todos aquellos bienes materiales y personales
que pudieras adquirir, ganar y disfrutar. Pero yo pregunto: ¿De qué estás
hecho? ¿Únicamente de un cuerpo físico y de una personalidad e inteligencia
egoístas, o estás dotado de un alma y de un espíritu? ¿Has sido diseñado para
lo finito o para lo eterno? ¿Para acaparar o para dar?
Yo mismo doy testimonio de la mezquindad
espiritual inherente a mi naturaleza humana: Voy a recoger a mi hijo al
colegio, descubro un nuevo desperfecto en mi viejo automóvil y me disgusto y me
aflijo por no poder cambiarlo en el corto plazo por uno más nuevo, pero en
cambio, cuando veo acercarse a mi precioso hijo de 12 años, lleno de salud y de
alegría, no me emociono, lo veo como algo muy cotidiano, no medito en lo
invaluable que es la salud y el vigor de ese niño o muchacho. ¡Qué gran error
el que cometo, qué imperdonable!
Todos sabemos que hay dos tipos de bienes, los
materiales-personales y los espirituales. Ejemplos de los primeros abundan y es
muy fácil dar ejemplos: automóviles, casas, terrenos, vacaciones en tiempo
compartido o en el extranjero, ascensos laborales, un nuevo gran cliente que
incrementa tus comisiones (para los que somos vendedores como este servidor),
la felicitación de tu superior por el trabajo bien hecho, tu actuación
sobresaliente en la presentación de algún tema laboral o comercial, etc. Ejemplos de bienes espirituales: La paz
de tu alma; tu vida interior desarrollada y protagonista de tu felicidad, como
resultado del conocimiento de ti mismo y de la práctica de todos los principios
o valores éticos transformados en virtudes; tu particular relación con el Poder
Superior, tus oraciones a través de las cuales te comunicas con Él, el
desapego, la ruptura con las ataduras de tu personalidad egoísta, el
conocimiento de la sabiduría antigua, etc.
Si tu felicidad se basa principalmente en los bienes
materiales y personales que ya comentamos, tu felicidad es falsa, es débil, es
frágil como el cristal y es muy fácil de destruir. Si tu felicidad realmente
está basada en los bienes espirituales (lo cual implica que llevas un estilo de
vida consecuente con los valores de la austeridad, de la moderación, del
sacrificio y de la discreción), entonces tu felicidad va camino a ser sólida
como el acero.
EL MENTALISMO
Según el diccionario enciclopédico El Pequeño
Larousse (1996), la palabra Metafísica significa lo siguiente:
"Investigación acerca del ser en cuanto tal, y de sus propiedades,
principios y causas primeras. 2. Investigación acerca de los principios más
elevados del pensamiento y de la existencia. 3. Teoría general y abstracta:
metafísica del lenguaje. Metafísica general, la que trata de la
naturaleza del ser en sí mismo, independientemente de sus diversas
manifestaciones o fenómenos".
Existe en el mercado librero una gran cantidad de
obras con un carácter eminentemente comercial y un tanto superficial que afirman
basar sus conocimientos y enseñanzas en la Metafísica, pero en realidad, si nos apegamos
fielmente a la anterior definición, es evidente que se equivocan al hacer tal
afirmación. La Metafísica es una rama de la Filosofía, y no en vano, si leemos
detenidamente dicha definición, encontraremos un cierto grado de dificultad
para entenderla, ya que no somos profesionales en Filosofía.
Libros tales como Metafísica 4 en 1, de Conny
Méndez, sin menospreciar sus enseñanzas que pueden ser de mucha utilidad (en mi
caso particular, la lectura del libro me resultó útil bajo ciertas
consideraciones), constituyen una falta de respeto para la compleja disciplina
de la Filosofía y evidencian sin tapujos, que pretenden aprovecharse de la
inocencia y de la ignorancia de sus lectores, al menos de aquellos que
desconocen lo que realmente es la Metafísica, como rama de la Filosofía.
Otro ejemplo de este fenómeno mercadológico de obras
exitosas en ventas que supuestamente tienen un sustento científico o lógico,
valiéndose de términos filosóficos o de leyes científicas, lo constituye el
libro El Secreto de la autora Rhonda Byrne, quien no hace más que presentar en
una forma más sensacionalista, la misma propuesta que mucho tiempo atrás había
publicado la ya mencionada Conny Méndez, solo que ésta última, en vez de
llamarle "El Secreto" al supuesto poder mentalista, le llamó "La
Gran Verdad".
Ambas autoras extrapolan la ley de atracción
gravitación de la Física al ámbito de la conducta y la racionalidad humanas, y
pretenden convencernos de que dicha ley puede ser asimilada al poder mental y
al comportamiento humano, lo cual, desde el punto de vista científico es
totalmente falso y absurdo, salvo que sea algo que se acepte por la vía de la
fe, y ya esto es un tema totalmente aparte. Yo soy un estudioso de la Sabiduría
Antigua, y he leído bastante sobre El Kybalion, el cual se atribuye a Hermes
Trismegisto. Cito a continuación una frase del libro "El Kybalion, estudio
sobre la filosofía hermética del antiguo Egipto y Grecia" escrito por Tres
Iniciados (Editorial Orion, 1998): "Todas las bases fundamentales de las enseñanzas
esotéricas que en cualquier tiempo han sido impartidas a la raza son
originarias, en esencia, de las formuladas por Hermes. Aún las más antiguas
doctrinas de la India han tenido su fuente en las enseñanzas herméticas".
Autoras como Conny Méndez y Rhonda Byrne lograron tener éxitos
editoriales a partir de enseñanzas
herméticas y esotéricas que datan de miles de años atrás, que son muy conocidas
y compartidas por los estudiosos de dichas materias, pero que a los neófitos
les resultan fascinantes cuando se las
presentan con cierta tergiversación y en una forma mucho más amigable y
atractiva, haciendo énfasis en los logros materiales.
El Kybalion asimila el comportamiento del universo
al comportamiento humano, y sentencia que se trata de una ley. Además nos dice
que el Hermetismo se basa en 7 principios, y el primero de ellos se llama el
Principio del Mentalismo, y de acuerdo con éste, tanto la materia como la
energía del cosmos están subordinadas al dominio de la mente de algunas
personas privilegiadas que se conocen como los "iniciados".
A pesar de mi admiración y respeto por la Sabiduría
Antigua, la cual es muy amplia, heterogénea y fundamental en el crecimiento
espiritual del ser humano, en lo que respecta al Kybalion y el Hermetismo, yo
debo manifestar que rechazo de plano su propuesta de que el mentalismo se
comporta como si fuera una ley. Y voy a dar mi criterio acerca de lo que para mí
es en realidad el Mentalismo: No es un concepto filosófico ni mucho menos,
tampoco es un instrumento que armonice las leyes de la física y los fenómenos
de la conducta y el comportamiento humanos.
Yo comparto totalmente la siguiente definición
tomada del sitio web de Página de Vida (www.proyectopv.org): "El mentalismo es la ciencia que
estudia la mente como fuerza creadora.
El hombre es la resultante de su pensamiento". Luego, en el mismo
diccionario que cité al inicio de esta publicación, dice que mentalizar es
"adquirir o cimentar una idea".
Yo lo aprecio de esta forma: Por supuesto que todo lo que Dios ha creado, lo ha
hecho con el poder de su mente, Él lo concibe en su mente y simplemente ordena
que se manifieste y de esa manera se concretizan todas las cosas. Ahora bien,
en el campo de la Metafísica original y seria, fundamentada en métodos
racionales (es decir, la Metafísica como rama de la Filosofía), existe el
concepto de la ley eterna, y dicha ley sentencia lo siguiente: debemos amar las
cosas ordenadamente, conforme su grado de perfeccionamiento espiritual, y no preferir
lo material a lo espiritual, ni lo efímero a lo eterno, ni lo cómodo y placentero
a lo virtuoso (El Libre Albedrío, San
Agustín, capítulos VI y XII). Yo considero que si soy capaz de cumplir con
dicha ley de la manera más perfecta y apasionada posible, entonces Dios me
concederá la privilegiada condición de pasar a formar parte en forma
infinitesimal de su grandioso Mentalismo Divino, y si además pongo todo mi
empeño y esfuerzo en concretizar una idea-objetivo, con el ingrediente final de
mi FE TRASCENDENTAL, entonces indudablemente que lo
lograré.
Pero aclaro nuevamente, para mí el Mentalismo
pertenece al ámbito de la Fe, de tu particular relación con tu Poder Divino. Y
su tu Fe es meritoria y trascendental, el Mentalismo tal y como yo lo he
descrito, te brindará grandes beneficios o logros principalmente para tu
adelanto o desenvolvimiento espiritual y no material. Y hago la distinción,
porque si lo que queremos es que el Mentalismo nos ayude con logros de nuestra
personalidad egoísta, entonces estaríamos hablando de un falso Mentalismo de
carácter superficial e interesado, algo muy similar a la teología de la
prosperidad y la sanación, con la que las iglesias pentecostales manipulan a
sus seguidores.
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