ORACIONES DEL CRISTIANISMO MÍSTICO

domingo, 6 de marzo de 2011

Equilibrio espiritual vs Personalidad Egoísta

La personalidad egoísta (PE) es un fenómeno cautivante desde cualquier punto de vista que se le analize. En la religión cristiana por ejemplo, un pecado es todo hecho, dicho, deseo, pensamiento y omisión contra la ley divina. Si por ejemplo, yo siento un gran odio hacia una persona, estoy cometiendo un pecado, porque la ley divina manda amar y perdonar a nuestros congéneres. Ese odio o ese pecado, es una manifestación de mi personalidad que es vanidosa y rencorosa. Si yo odio a una persona, estoy siendo dominado por mi yo inferior (por mi PE). Aún más, cuando los pecados son muy graves, como por ejemplo matar, en el cristianismo le atribuyen la responsabilidad al diablo o satanás. Pero nuevamente, quien asesina, lo hace porque está siendo dominado por su PE y porque por una serie de razones que veremos más adelante, no tiene los instrumentos necesarios para contener los deseos de esa fuerza interior que es inherente a su naturaleza humana.

En la sabiduría oriental antigua, que dio origen al ocultismo o esoterismo, la PE tiene un lugar preponderante y se le estudia en una forma mucho más racional y sistemática, es identificada, reconocida y aceptada claramente, de tal manera que se pueda visualizar como una parte integral de la naturaleza humana que en principio es la más poderosa, la que lleva las riendas de la vida de todos los seres mortales (por eso nuestra civilización es tan reprochable y mezquina en cuanto a virtudes) y que obviamente debe ser combatida diariamente, sin descanso, hora tras hora, con el objetivo de alcanzar cierto nivel de dominio sobre ella, de tal manera que su gran energía pueda ser redireccionada hacia el logro de un equilibrio entre nuestra superación ascética-espiritual y nuestra superación material-personal, o lo que es lo mismo, un Equilibrio Espiritual en nuestras vidas.

Pero claro que no es nada fácil lograr el equilibrio espiritual, y para brindar testimonio de lo difícil que resulta, y para tratar de hacer terapia de grupo en forma "on line", es que he decidido abrir este blog. Porque alrededor de todo el mundo hay equilibristas espirituales que han asumido el reto de tener un estilo de vida comprometido con las virtudes, con el recto camino. Me refiero a un estilo de vida que los diferencia de la inmensa mayoría de seres humanos, que aún siguen enajenados dentro de la famosa caverna. Es el desafío de aprender a caminar sobre una cuerda ayudados de una vara para mantener el equilibrio y así no ser atraíos por la fuerza de la gravedad, o dicho en forma figurada, por la personalidad egoísta. Los equilibristas tienen diferentes caminos espirituales para lograr el mismo objetivo. Dentro de las religiones monoteístas, detrás de las grandes masas enajenadas, hay equilibristas que son conscientes de la diferencia entre la virtud y el vicio, entre el trascendentalismo y el ritualismo. Y por supuesto que dentro de todos los grupos esotéricos (teosóficos, rosacruces, acropolitanos, cafh, etc.) hay muchos equilibristas.

Yo tengo 47 años, y a mis 27 años, empezé a desarrollar una fe trascental relativamente independiente. Por supuesto que necesitaba alguna influencia doctrinaria, que en mi caso tomé del critianismo. A los 34 años entré a Nueva Acrópolis y durante un año completo recibí la instrucción sobre la sabiduría oriental. No seguí porque el trabajo, el estudio, mi pasión por escribir y la familia, me dejaban sin el tiempo adecuado, pero además porque decidí seguir mi camino espiritual por mi propia cuenta. Un camino que con el conocimiento esotérico, empezó a tomar una forma mucho más clara y sólida.

Ahora he empezado en Cafh y me ha gustado muchísimo. Pero independientemente del camino espiritual elegido, lo más importante son por supuesto, los hechos concretos, los méritos espirituales, o también, el camino recto marcado por las virtudes.

Soy costarricense, soy agente de seguros, vivo en la provincia de Heredia, soy fiel a mi rol de equilibrista espiritual, cada día lo hago un poquito mejor, cada día logro permanecer más tiempo sobre la cuerda sin caerme, pero qué dificil hacer un trabajo tan duro, tan sacrificado. A pesar de mi progreso, a menudo me quejo por mis modestas necesidades materiales que no están plenamente satisfechas. Quisiera tener un auto más nuevo, completar la construcción de mi casa que estoy habitando, cambiar mi vieja compu por una portátil, conseguir un cliente tipo "pez grande" que incremente significativamente mis ingresos, etc. Es entonces cuando reconozco que ese tipo de quejas revelan que aún tengo apegos muy fuertes con las cosas materiales.