En este momento de mi
vida, cuando tengo ya 51 años cumplidos, y luego de muchos años de estudiar la
Sabiduría Universal y de luchar por consolidar un estilo de vida consecuente con
todo lo que abarca ese maravilloso y majestuoso universo de conocimientos (la sabiduría
oriental, hindú, egipcia, precolombina, la filosofía griega -que a su vez
incluye el ascetismo, el estoicismo, la ataraxia, la apatía entre otros- la teosofía,
la masonería, el hermetismo, la ética atemporal, la metafísica y la ontología, el
espiritualismo ético, etc.), me siento feliz de tener la dicha de compartir una
frase de mi autoría que sintetiza en forma lacónica y elocuente, todo ese
maravilloso espectro de conocimientos trascendentales. Dicha frase es la
siguiente: ¡PASIÓN POR EL DESAPASIONAMIENTO! Y si esta frase tiene un significado
impactante y estimulante para ti, y si además aspiras a que tu vida sea
consecuente con dicha frase o norma, entonces tienes que ser capaz de liberarte
de la gran dependencia que tienes con los deseos, con las emociones fuertes y con los motivos
materiales-personales como medios para sentirte entusiasmado, motivado, feliz, y para estar convencido de que tu vida tiene
una razón de ser. Al mismo tiempo, tienes que decretar tu libertad absoluta en
relación con el anterior tipo de elementos superficiales del mundo de ilusión e
ignorancia del gran rebaño de ovejas domesticadas. Tú no eres una oveja
domesticada, tú eres un supervivencialista espiritual extremo que trabaja 16
horas al día todos los días del año, cumpliendo con la misión de la Fe
Trascendental (1). Y por cada hora de trabajo, recibes una paga: en primer
lugar, la posibilidad de experimentar una maravillosa e indescriptible
autorrealización de tipo espiritual, y en segundo lugar, el reconocimiento –por
parte del Poder Superior- de pequeñas cantidades de méritos que son
fundamentales para que puedas aspirar a la Unión Divina. Solamente los
artesanos de su propio Yo Superior serán capaces de utilizar esta vida como
medio para evolucionar espiritualmente y en consecuencia, para acceder a dicha
Unión Divina.
Con la práctica
disciplinada, metódica y permanente de dicha premisa o norma (vivir con pasión
por el desapasionamiento), llegará el tiempo en el que tu alma se conservará bastante
limpia de agentes tóxicos y/o contaminantes, y en el que podrás experimentar con
cierta frecuencia, un maravilloso bienestar que no depende de ningún apego, que
no está condicionando a la posesión de un determinado bien material o personal,
sino que es un bienestar derivado de la libertad absoluta en relación con la
materia y el deseo. Es un bienestar que
tiene lugar en tu yo interior y que no puede ser afectado o condicionado por el
mundo mezquino de los deleites, los apegos, los deseos y las pasiones. Es un
bienestar que tiene la virtud de hacer que tu Yo Superior sea infinitamente
mayor que tu yo inferior (tu personalidad egoísta), y de liberarte totalmente
del mundo ilusorio de la materia y el deseo.
En ese estadio
existencial de plenitud que es la Unión Divina, no existen por definición, los
deleites, los apegos, los deseos, las pasiones, los motivos, la vanidad, los
condicionamientos. El estadio existencial de plenitud es el desapasionamiento
absoluto. Durante nuestra breve estancia en el mundo material, tenemos que
desenvolvernos mediante un estilo de vida lo más cercano posible a ese mundo
espiritual de desapasionamiento. Tenemos que vivir como si no tuviéramos
personalidad egoísta. Si nuestro estilo de vida no guarda cierta coherencia con
la esencia de lo que es la Unión Divina, estaremos evidenciando un grado de
evolución espiritual muy pobre y por lo tanto, que aún no estamos preparados
para acceder a dicho escenario. En consecuencia, nuestras almas una vez
separadas del cuerpo físico, continuarán su proceso de maduración en el estadio
existencial carencial, en el que experimentarán diferentes grados de
precariedad espiritual.
Durante los ejercicios
de meditación tenemos que llegar a alcanzar un nivel de misticismo tan alto,
que sea capaz de simular lo que es en realidad la Unión Divina.
(1) Misión de la Fe Trascedental: Trabajar como instrumento de Dios para hacer el bien y como exterminador de deseos, 16 horas al día 365 días al año. Lo anterior implica trascender tu personalidad egoísta a través de una planificación estratégica llamada Espiritualismo Ético.
(1) Misión de la Fe Trascedental: Trabajar como instrumento de Dios para hacer el bien y como exterminador de deseos, 16 horas al día 365 días al año. Lo anterior implica trascender tu personalidad egoísta a través de una planificación estratégica llamada Espiritualismo Ético.