ORACIONES DEL CRISTIANISMO MÍSTICO

lunes, 25 de abril de 2011

Egoísmo, apegos, dolor

Existe un principio fundamental en lo relativo al fenómeno del sufrimiento: "Si no tuvíesemos apegos con los bienes exteriores, no tendríamos motivos para sufrir". Así de simple! Pareciera que entonces, si yo me lo propusiera, sería capaz de no sufrir nunca más por nada. Sería algo así como un santo grial de la superación personal, pero por supuesto que el fenómeno del sufrimiento es demasiado complejo como para poder resolverlo de una manera tan fácil, y dicha complejidad radica en nuestra personalidad egoísta, inherente a nuestra naturaleza humana. Supongo que si fuera posible hacer la respectiva medición, resultaría que en promedio, somos 90% personalidad egoísta y apenas un pobre 10% de personalidad inegoísta. Y los bienes exteriores, a partir de los cuales nuestra personalidad establece sus respectivos apegos, son los siguientes:
1.El yo inferior de nuestros seres amados y congéneres en general.
2.Los placeres y deseos no virtuosos.
3.Los bienes materiales en general.
4.La vanidad
5.Los problemas y preocupaciones

Prácticamente cualquier sufrimiento que tengamos, se deriva de un apego con cualquiera de los anteriores bienes exteriores. Por ejemplo, un equilibrista espiritual constantemente es asediado por los placeres y deseos no virtuosos y por los bienes materiales en general. Son dos tipos de apegos que se manifiestan con mucha frecuencia en una persona que desea tener un estilo de vida con cierto grado de ascetismo, o lo que es lo mismo, una persona que aspira a ser un Equilibrista Espiritual. Dónde clasificariámos la siguiente situación: Mi madre es intervenida quirúrgicamente, al principio su recuperación es incierta, y luego, por vivir junto a mi casa, requiere de cierta dedicación de mi parte, a pesar de que tengo el tiempo muy comprometido entre trabajo, familia y mi trabajo de escritor aficionado.
En la próxima entrega lo veremos.

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